La "Catedral del Cante" ovaciona a Carmen Linares
Inició la primera parte del recital haciendo un guiño a la tierra, por Taranta y Cartagenera con Salvador Gutiérrez al toque. Continuó, solemne, por Soleá acompañada esta vez por Eduardo Pacheco a la guitarra flamenca. Brindó Carmen Linares, con su voz madura y comprometida, llena de esencia, color y matices, su particular «Leyenda del tiempo» a su amigo, Enrique Morente, para, a continuación introducirse en poesía en la segunda parte del recital. Inolvidable y emotiva.
El público, en pie, ovacionó a una artista, que entregada no dudó en rematar la noche del agosto unionense por Bulerías y al alimón, de nuevo, con el bailaor Javier Barón. Cautivó Carmen Linares al público unionense que le volvió a regalar una cálida y merecida despedida a una de las grandes voces flamencas de nuestro país.
Tras el recital, Carmen Linares, en presencia de las autoridades y numerosos unionenses descubrió su «Lámpara» en la Avenida del Flamenco con lo que su presencia en la localidad quedará perpetuada, por su cante, por arte y por su entrega y compromiso por el Flamenco. En la tarde de hoy, lunes, en la Casa del Piñón recibirá un nuevo homenaje, el «Castillete de Oro» por esa dilatada e implecable carrera artística que la jalona.
Imagen: Fundación Cante de las Minas