Sentimiento y jondura en "El Malacate Flamenco"
Les une la sangre y sangre es lo que derraman con su arte. David y Carlos de Jacoba ofrecieron el pasado sábado un recital de corte clásico en la Casa del Pueblo del Llano del Beal para El Malacate Flamenco que celebró su III Torrija Flamenca. Cultura, flamenco y gastronomía, en un lugar histórico que ha visto pasar a lo más granado de nuestro arte jondo. David y Carlos, Carlos y David defendieron el flamenco puro y dejaron una sonrisa en el rostro de los socios de la peña unionense.
La jornada comenzó a las seis y media de la tarde. Malacateras y malacateros se arremolinaron en torno a los artistas a los pies del escenario para compartir una tarde a su vera. David y Carlos de Jacoba llevaron a cabo un curso de compás donde los asistentes se acercaron a la soleá, bulería, tangos o alegrías de una forma directa y divertida. Acompañaron con sus palmas a los artistas en un agradable y didáctico ratito en el que reinó el buen ambiente y las ganas de aprender. Tras ello, degustación de las torrijas que la asociación cultural preparó y recital flamenco…
Comenzaron los artistas con un guiño a la tierra en su presentación ante la peña unionense. Levante, cantado por derecho, despacito y con jondura para templar la voz y las ganas en los inicios del recital. Y de estas latitudes a Andalucía oriental. Giro de 180 grados para llevarnos a Cádiz por alegrías a las que alguna tímida palma se unió desde el público. Soleá apolá, con el cante, de nuevo pausado y profundo, de David, fue su siguiente parada acordándose de Enrique Morente…
«Tu vienes vendiendo flores,
las tuyas son amarillas,
las mías de dos colores».
Continuaron con más jondura por seguiriyas a la que Carlos de Jacoba imprimió sentimiento y dolor con su cante padentro. Bonita su voz, rasgada y emocionada, evocando ahora a otro grande, Manuel Torre…
«Contemplarme a mi mare
que no llore más,
que se me muere mi alma
y no la veo más».
Por bulerías recuperamos el aliento y nos devolvieron la sonrisa tras el cante dolorido por seguiriyas. Compás y flamencura en la voz y en la sonanta de los de Jacoba. A Málaga nos llevaron, ya casi cerrando su recital, con los tangos de La Repompa. Más compás jaleado por los malacateros quienes aplaudieron la valentía de David de Jacoba quien remató a pelo y por fandangos la noche. Como le encargara el maestro Paco de Lucía antes de irse de este mundo terrenal: ¡David, Carlos, seguid defendiendo el flamenco puro!
Redacción: Gabriel Maldonado.
Fotografía: José Miguel Cerezo Sáez – Onésimo Samuel Hernández Gómez.