Lorquí vibra al compás de la Zambomba Flamenca de Murcia

 Uno visita grandes ciudades y pueblos pequeños, va a festivales de enorme calado o peñas humildes y de todas esas experiencias va devorando lo bueno de cada una de ellas. En aquel lugar, su histórico espacio escénico, del otro, la sencillez de sus calles, del de más para allá, la calidez de sus gentes, pero si hay algo que nunca falta, si existe un denominador común, es el flamenco.

De todo ese ajetreo surgen reflexiones y preguntas, aseveraciones… ¿Cómo puede la cultura revitalizar un barrio? ¿Cómo puede este arte recorrer las calles de un pueblo con a priori escasa ascendencia flamenca? La respuesta (creo) está en el trabajo bien hecho, la ilusión y en la pasión que gentes, de aquí o allá, ponen en este noble quehacer de la difusión cultural. La Cueva Flamenca de Lorquí es un claro ejemplo de ello, antes lo hicieron La Unión o Lo Ferro. El Malacate Flamenco, las peñas flamencas de Cartagena, Murcia o Lorca, también lo hacen una vez al mes. Unos héroes en esto de crear cultura.

El pasado domingo la localidad murciana de Lorquí se convirtió en un barrio más de Jerez de la Frontera con la celebración de una zambomba, tradicional fiesta jerezana en la que se celebra la Navidad, aquí cerquita, en la Región de MurciaDesde antes de las 13:00h. comenzó a llenarse el patio de la Cueva Flamenca, un lugar que hace un par de años era un aparca-cosas-viejas y hoy es un espacio lleno de magia que ha revitalizado al barrio Altos Moros, plaza Pueblo Nuevo de la localidad, de cuyo nombre casi nadie se acordaba. Y si como reza el dicho, dinero atrae dinero, cultura atrae cultura. El proyecto ilorcitano sedujo en la matinal del domingo a otro que está dando sus primeros pasos, la Zambomba Flamenca de Murcia, compuesto por nuevos valores del flamenco que están saliendo de los conservatorios de esta tierra y llenos de las mismas ganas e ilusión que la Cueva Flamenca.

Cerca de las 14:00h. salió la Zambomba Flamenca de Murcia a las tablas, cuando el sol más relucía y el público, que llenó por completo esta coqueta esquina de Lorquí, comenzaba a impacientarse. Jose Antonio Chacón, Shakira Martínez y Antonio Micol, al cante, Fran Tornero y Pablo Bernal al toque, y el Filón 2019 en el Cante de las Minas, Alejandro Solano, a la percusión, fueron desgranando villancicos flamencos y generando un magnífico ambiente de fiesta y alegría: Calle de San Francisco, Los campanilleros, Gloria, Taratrán, Cantaba José… formaron parte de un largo repertorio con el que se ganaron al respetable, en su mayoría joven, que abarrotó la Cueva Flamenca.

Tras la zambomba, un ratito para recuperar fuerzas a base de migas y tapas y vuelta a la carga flamenca con un buen ramillete de rumbas y música para el disfrute y el generar sonrisas con «Callejón del sastre» quienes pusieron el broche dorado para que Lorquí se fuera a dormir más flamenca y navideña que nunca. ¡Qué siga el espectáculo!

 

Redacción y fotografía: Gabriel Maldonado Rufete.

 

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