La Unión hace la fuerza
La Asociación Cultural «El Malacate Flamenco« de La Unión ofreció el pasado domingo 17 de noviembre un recital muy especial en el que consiguió reunir a tres familias cuyo papel en el desarrollo de los cantes mineros y el flamenco de la Región de Murcia ha sido fundamental. Las nuevas generaciones de los Piñana, Fernández y Bernal compartieron escenario años después de que sus abuelos hiciesen historia en la llamada «Ciudad alucinante«. El cantaor Curro Piñana y los guitarristas, Antonio Muñoz Fernández y el joven Pablo Barrionuevo Bernal, unieron la herencia flamenca recibida para regalar momentos plagados de conocimiento y sensibilidad en un abarrotado Salón de Plenos del ayuntamiento unionense.
La noche arrancó por malagueña con el cante seco de Curro Piñana y las notas entrelazadas de las guitarras de Antonio Muñoz y Pablo Barrionuevo. Gloria el cierre, por abandolaos y fandangos de Frasquito Yerbabuena. Se acordó Curro a continuación de su maestro, Chano Lobato, para llevarnos por tangos, que arrancó por Extremadura. La Unión gozaba creyendo volver a vivir momentos de su esplendoroso pasado. Pasado que Piñana evocó con una tanda de letras por minera.
El cante jondo y profundo continuó por soleá, haciendo un repaso por varios estilos, que comenzó por Córdoba. De la ortodoxia en las formas cantaoras cordobesas nos pasearon por Cádiz y sus alegrías, alegrías jaleadas por José Antonio Chacón, alumno de cante de Curro Piñana en el conservatorio y que acompañó durante toda la noche al trío de artistas murcianos. De nuevo el cante de la tierra y el homenaje a los antepasados copó el espacio escénico unionense: minera y cartagenera.
«Compañerico minero
no te olvides de mi encargo
compañero minero,
que dentro este agujero
el aire se vuelve amargo
y poco a poco me muero«
«Los puntales del cante cartagenero
fueron los firmes puntales
La Peñaranda y Chilares
el Rojo el Alpargatero
y Enrique el de los Vidales«
El primer catedrático de Música y Artes Escénicas en la especialidad de Cante Flamenco cambió el tercio y los derroteros de la noche para llevarnos por guajira y bulería. La dulzura de los cantes de ida y vuelta y la contundencia de la bulería (incluso con una letra en la voz de José Antonio Chacón) dieron paso al fin de fiesta por fandangos en el que Curro recordó al Carbonerillo, José Palanca o la Niña de los Peines.
El flamenco de la tierra se reconcilió y unió sinergias: la de dos figuras con trayectorias más que consolidadas: Curro Piñana (Lámpara Minera y Melón de Oro) y Antonio Muñoz (Bordón Minero) y una fuerza emergente, Pablo Barrionuevo, quien, con esfuerzo y honestidad seguro que tendrá mucho que decir con su sonanta.
Y sí, en El Malacate Flamenco, la unión hizo la fuerza.
Redacción y fotografía: Gabriel Maldonado.