La mar de esencias
La vida se compone de momentos. Momentos aprovechados o momentos perdidos. En la noche del pasado martes Cartagena y La Mar de Músicas ofrecieron muchos de esos momentos que hay que guardar en un baúl, en un lugar oculto para que reposen junto a nuestro corazón. Omara Portuondo y Diego El Cigala derramaron esencias el pasado martes ante un Parque Torres abarrotado y derretido al embrujo de estas dos voces llenas de duende. Y nosotros estuvimos allí…
Te quiero vida mía cantaba El Cigala para destapar el tarro de las esencias mientras en las caras del público asistente se intuía que la noche iba a estar plena de emociones. Amar y vivir nos cantaba a continuación, para que la gran dama, Omara Portuondo apareciera en las tablas del Parque Torres: Si te contara. Se unían por primera vez ambos metales: el jondo de Diego, el dulce de Omara y Cartagena ya vibraba.
Lo que me queda por vivir nos cantó Omara a sus 85 años para inyectarnos su energía y volvió a decirnos con esos sonidos cubanos Tal vez…que nada es seguro. Se unieron ambas voces de nuevo y nos estremecieron con Lágrimas negras. Ya Cartagena hervía más por la emoción que por la calidez de la noche mediterránea. Nos recordó, a continuación, la excelente orquesta a Compay Segundo con Para Vigo me voy…brutal la percusión, el contrabajo y el piano del grupo de artistas que arropó y dio calidez a las voces de Omara y Diego.
Diego El Cigala volvió a sobrecogernos con Vete de mí y paró el tiempo con el desgarro en su voz y la Nana del caballo grande de Camarón de la Isla. Momentazo este y el venidero, Si te contara. Arrojo el de Omara que bailaba infatigable y agitaba al público cartagenero con sus brazos. Nos quedamos a solas, al abrigo de su voz: Siboney, Duele y La última noche que pasé contigo. La Mar de Músicas caía rendida a sus encantos…
Y el final se acercaba tras casi dos horas de sensaciones y emociones. Se despidieron Omara y El Cigala dejándonos la piel erizada: Compromiso, Bien pagá y Dos gardenias…amén de Guantanamera recordando a Cuba y dejándonos un sentimiento de felicidad en nuestro rostro.
Hasta pronto Omara, hasta pronto Diego.
Redacción: Gabriel Maldonado.
Fotografía: José Miguel Cerezo Sáez.