Noche de cante grande en el Festival Internacional del Cante de las Minas
La última gala del Festival Internacional del Cante de las Minas llegó cargada de flamenco, del puro, del que duele. Antonio Reyes y José Mercé ofrecieron una noche de las que no se olvidan: jondura, emoción y arte, mucho arte, de muchos quilates lo que que pudo disfrutar el público que llenó la Catedral del Cante.
El chiclanero Antonio Reyes fue el encargado de abrir la gala en la que estuvo acompañado por la guitarra flamenca de Diego del Morao y el compás de Diego Montoya y Chicharito de Jerez, casi na. Con ese cuadro no era difícil adivinar que la noche iba a ser de las grandes. Y comenzó solemne, por soleá. Despacito, saboreando la esencia de la Catedral del Cante en cada uno de sus quejíos. A tierras extremeñas nos llevó Antonio Reyes por tangos recordando a La Marelu. Se detuvo en estas latitudes, en los cante de Levante: taranto del Tío Rufino y la cartagenera del Rojo, brutal el toque con el que Diego del Morao enlazó ambas piezas.
Alegrías, por Cádiz y Córdoba, paseándonos por La Caleta al compás de su voz dulce, al compás de las palmas de Diego Montoya y Chicharito. Se puso de nuevo Antonio Reyes jondo para llevarnos por seguiriya. De la hondura al ritmo y al color por bulerías en las que recordó a Lole y Manuel. Una delicia el cante de Antonio Reyes al que se veía disfrutar en las tablas de la Catedral del Cante. Cerró por fandangos, en pie, al borde del escenario unionense quien lo despidió con una ovación.
Había dejado Antonio Reyes calentito al público de La Unión para que una de las grandes voces de nuestro flamenco acabara de rematar la faena, José Mercé. Se vació el cantaor en la Catedral del Cante que agradeció su esfuerzo aunque quedó con ganas de más. Breve la actuación del jerezano. Arrancó por la malagueña del Mellizo que ejecutó con maestría. Soleá de Alcalá , bulería por soleá y fandango por soleá. Más magisterio al cante, un cante que nacía desgarrado de su garganta.
«Aquí hay que venir a cantar flamenco de verdad que es nuestra música» declaraba a continuación Mercé desde las tablas de La Unión a su público para seguir jondo por seguiriyas. Se vació con la seguiriya de Manuel Torre y El Marrurro.
Yunque, fragua y martillo funden los metales,
el juramento que contigo tengo no lo rompe nadie.
Taranto de Almería y minera, en su voz gruesa y profunda para cerrar por bulerías. Emborrachados de compás nos dejaron entre el toque de Antonio Hidalgo, las palmas y jaleos de Merce García y Chicharito de Jerez y esa voz con duende que atesora el jerezano quien se despidió a pelo y con una patailla por bulerías que arrancó al público de sus asientos. Para finalizar la gala el alcalde de La Unión, D. Pedro López, entregó el Carburo Minero a José Mercé por su trayectoria y amor a La Unión. Hoy no seguimos al refranero español: Lo bueno si breve…una jodienda.