Cynthia Cano, bailaora de postín
Murcia tiene bailaora, de postín. El pasado sábado 4 de junio el Auditorio Infanta Elena de Alcantarilla rozó el lleno en el estreno del último espectáculo de Cynthia Cano, Bailaora de postín, en el que la artista realizó su particular revisión del baile de tres grandes figuras del género: Pastora Imperio, Carmen Amaya y Matilde Coral, fuentes de las que ha bebido a lo largo de su proceso de formación.
Una Cynthia Cano más madura, con mayor poso y profundidad ofreció descargas de su fuerza y sentimiento al baile a lo largo de la hora y media que duró el espectáculo. La murciana se hizo acompañar de arte, mucho arte, durante la velada. A saber: Miguel Lavi y Bastián Contreras al cante, Luis Medina y Faustino Fernández al toque y el genio de José Suárez Torombo al baile, compás y jaleos. Y claro, el duende se paseó dichoso por el auditorio murciano…
Arrancó la noche recordando a Pastora Imperio con Capote por tientos tangos con el cante desgarrado de El Lavi, acompañado por Luis Medina y El Torombo. Surgió Cynthia desde la oscuridad del fondo del escenario y ceremoniosa comenzó a desgranar lo mejor de su baile. Coqueteó con su sombrero rojo de ala para jugar por bulerías con El Lavi y su mantón. Soleá en el metal especialísimo de Miguel Lavi para cerrar este tercio con el baile profundo de Cynthia e irnos ya de la mano de Carmen Amaya.
Al barrio de la catalana, a Somorrostro, nos llevó Cynthia Cano en esta segunda parte del espectáculo que arrancó con toná con el cante grande de Sebastián Contreras Bastián. Jonda y pura su voz gitana. Recitó Cynthia a continuación, llena de rabia y dolor, unos versos a Carmen Amaya en su Recitao gitano acompañada por El Torombo.
A continuación seguiriya y cantes de levante: cartagenera y taranto. De nuevo en el metal preciado de la garganta de Bastián y el toque de Faustino Fernández al servicio del baile sobrio y sentido de la Cano. Temblaba el auditorio a estas alturas de la velada.
Triana, Matilde Coral y su escuela sevillana adquirieron todo el protagonismo encarando ya el final de la noche. El Torombo nos emborrachó de su compás, jaleos y hechuras flamencas por bulerías alrededor de una taberna cualquiera arropado por Luis Medina, Faustino Fernández, El Lavi y Bastián. Un torrente de energía y conocimiento.
De nuevo Cynthia Cano se gustó al baile para llevarnos por alegrías y cerrar la velada: plástica, esbelta y airosa, encajando la expresividad de su rostro, sus taconeos, el floreo de sus manos y su bata de cola, de puro blanco, al compás eterno de sus compañeros y para gusto del respetable que rompía a aplaudir a la torreña en su despedida.
Murcia tiene bailaora, de postín, Cynthia Cano lo será. Lo es…