Antonio Mejías conquista Qart-Hadasht
La primera de ellas fue la de Mejías, de nombre Antonio. Cordobés, Premio Nacional de Cante en el XIX Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba 2010 y con una intensa carrera profesional que lo ha llevado a trabajar con grandes de este arte como Fosforito, Chano Lobato, El Pele, El Cabrero, Carmen Linares o Pansequito, entre otros.
En un lento caminar hacia el escenario, a lo antiguo y con un Cante de Trilla, una Temporera de Montilla, su pueblo, comenzó Antonio su recital en Cartagena. Siguió por lo jondo, con una difícil Soleá de Córdoba, solemne, a la que quizá le faltó el pellizco que estos cantes provocan en el respetable. Bordó la Malagueña que remató por Abandolaos y siguió por Fandangos, el Fandango de Dolores de la Huerta, Fandangos de Lucena y el Fandango de Cayetano Muriel perfectamente acompañados por el maestro Piñana al toque quién dejó espacio a Mejías para que llevase el cante a sus tercios. Siguió por Córdoba, con unas Alegrías con letra propia que revolucionaron a los asistentes y con el recuerdo a Chano Lobato, con unos gamberros Tanguillos de Cádiz, remató el cordobés la primera parte de su recital en el que demostró su dominio de numerosos cantes con un repertorio muy completo.
Arrancó la segunda parte del espectáculo con un Mejías valiente, ofreciendo sus acabadas formas cantaoras por Levante, para Minera y Cartagenera, serias e intensas, para luego viajar a Extremadura con unos Tangos de esta tierra, jaleados, cantados con ritmo y corazón, como en su día hiciera el Porrina de Badajoz. Ardía el público posteriormente por Seguiriyas, melismática, con carácter, celebradas y aplaudidas como las festeras Bulerías que ejecutó a la perfección al igual que los Fandangos con los que concluyó esta primera parada del Ciclo Cartagena Jonda. Una gran noche con un cantaor que conquistó Cartagena y que si hubiese estado presente unos miles de años atrás hubiera detenido las contiendas por la antigua Qart-Hadasht.