Al compás de María Mezcle
María Mezcle: «La verdad es ser fiel a uno mismo»
La cantaora sanluqueña acaba de sacar al mercado su segundo disco en solitario, «Desnuda», en el que desde la raíz muestra sus emociones y sentimientos con su particular forma de ver el flamenco
Nacer en Sanlúcar de Barrameda, haberse criado musicalmente en Jerez, ser bisnieta de El Mezcle y llevar la sangre de María Vargas debe ser presagio de algo bueno. A los 6 años comenzó a bailar y a los 11 se plantó delante de sus padres para decirles que quería aprender a cantar. Unos años mas tarde, a los veintinueve, tiene dos discos en el mercado, María y Desnuda. Ha recorrido ya medio mundo con su arte, a nosotros nos conquistó con su enorme sonrisa y esas ganas de comerse el mundo de la que hace gala. María Mezcle se desnuda en su último trabajo y para Al aire y a compás en la entrevista que mantuvimos hace unas semanas, con una cerveza de por medio, en la cafetería del Teatro Circo Price de Madrid. Esto nos contó la gaditana.
Al aire y a compás: ¡Qué tiene esa tierra de la que vienes María! ¿Qué maravilla no?
María Mezcle: No es porque sea mi tierra, pero ya que lo dices tú lo corroboro. Es una maravilla de tierra, de gentes, de clima y de artistas porque de allí han salido muchos artistas. Hay una frase que decimos mucho por ahí abajo y es que el arte que hay lo da la tierra,. Supongo que por el clima, por el carácter de las gentes y la alegría y sencillez que nos caracteriza, el sol, lo bien que se come o por el mismo río Guadalquivir. Es un conjunto de cosas que nos atrapan y que algo de magia tiene que tener para que el arte venga y pasen todas esas cosas.
AyC: Ese arte le llegó a María Mezcle muy joven, ya que comenzó a cantar con 11 años ¿Cómo le vienen esas ganas de cantar a una niña tan pequeña?
MM: En la zona donde nací y me crié no es difícil ver como los niños comienzan a cantar o bailar desde pequeños. En mi caso no fue fácil. A pesar de estar rodeada de maestros en Sanlúcar, yo no tenía los suficientes recursos para aprender bien el cante así que me llevaron a Jerez donde aprendí de la mano de Domingo Rosado. Di mis primeros pasos como cantaora junto a este gran sabio del flamenco. He bebido mucho de las fuentes jerezanas. Mi madre me llevaba dos veces a la semana a Jerez a estudiar cante y dos veces al baile. Empecé bailando a los 6 años y a los 11 les dije a mis padres que me llevasen a algún sitio a aprender a cantar.No me tomaban muy en serio pero…
AyC: ¿No te llamaba más jugar en la calle y estar en las cosas de niñas de 11 años?
MM: Desde que tengo uso de razón recuerdo estar siempre cantando y bailando. En la barriada de mi abuela que la llamábamos la callecita, entre casa y casa había una calle ancha y me iba ahí sola con mi radio, mis zapatos de baile y me ponía a ello. Enseguida llegaban las niñas del barrio, las vecinas y se ponían conmigo. Todo el mundo se asombraba de verme ahí siempre cantando y bailando. No sólo con 11, desde 4 o 5 años ya me salía a mi de forma natural. A partir de los 11 fue cuando ya tomé la decisión de hacerlo más en serio y como te decía fueron en Jerez mis primeros pasos como aprendiz.
AyC: ¿Ha sido muy duro todo ese proceso de aprendizaje y crecimiento en el mundo del cante?
MM: Lo recuerdo con mucho cariño. He tenido una infancia y adolescencia muy bonita porque siempre he estado haciendo lo que más me gustaba. Le agradeceré siempre a mis padres que han sabido llevarme por el camino correcto. Sin sacarme del cante y el baile me dejaban muy claro que lo primero eran mis estudios. Gracias a ese enfoque y a ese apoyo incondicional de mis padres hoy soy Diplomada en Magisterio de Música. En su día fue complicado para mi porque tenía que llevar para adelante tanto mis estudios en la Universidad como mi carrera artística que comenzaba con actuaciones en peñas, festivales, concursos…y hasta el día de hoy. Mi recuerdo al mirar atrás es muy bonito y me siento muy afortunada por tener una familia que siempre me ha apoyado y que hoy pueda hacer lo que mas me gusta en el mundo.
AyC: Además del trabajo, el cante lo llevas en la sangre porque vienes de familia flamenca: El Mezcle, María Vargas…
MM: Mi abuela, la hija de El Mezcle, cuando comencé a dedicarme mas en serio al mundo del flamenco fue cuando se paró a contarme que yo tenía un bisabuelo que cantaba y que esto no me había caído del cielo. En mi casa en todas las fiestas hemos cantado y hemos bailado, mi madre canta muy bien y mi abuela, aunque ya apenas canta, de vez en cuando cantiñea. En mi casa siempre ha habido mucha afición y se ha escuchado copla y flamenco día a día. Al enterarme de la historia de mi bisabuelo fue cuando me cambié el nombre artístico y cogí el apodo de Mezcle. En casa tenemos una grabación casera suya que es una joya: soleá, seguiriyas, fandangos…y eso pertenece al flamenco. Quiero encontrar el momento y me gustaría poder hacerlo bien y publicarla algún día y que el flamenco sepa como cantaba El Mezcle. Mi abuelo materno es primo segundo de María Vargas y supongo que por ahí también me habrá llegado algo (sonríe).
AyC: A tus 29 años tienes ya dos discos en el mercado, has recorrido medio mundo cantando ¿No se siente miedo, vértigo o inseguridad al ser tan joven y haber hecho ya tantas cosas en el mundo del flamenco?
MM: Al revés, que va, todo lo contrario. La sensación que tiene uno cuando está en esto es que todo va muy lento. Es verdad que el camino del arte es largo y dura toda la vida. No es como magisterio que acabas la carrera en 3 años luego te pones a trabajar y se acaba todo. Esto dura toda la vida, es una carrera de fondo y larga. Mi sensación es que voy despacio en mi carrera, como me dice mi madre: despacito y con buena letra. Sí que es cierto que al echar la vista atrás pienso que en mi vida llevo más tiempo cantando que sin cantar y si que pienso que ha hecho muchas cosas aunque uno nunca está satisfecho. Creo que llevo una trayectoria extensa pero siempre te queda la sensación de que vas lento. De echo, estaba en este disco y ya tengo la cabeza en el siguiente.
AyC: Vámonos a tu primer disco que se llama como tú, María, cuéntanos como era aquella María Mezcle que se lanzó al mercado hace ahora seis años con aquel trabajo.
MM: Esa María era una niña que todavía no había salido de Sanlúcar. Estaba estudiando y llegó Gerardo Núñez que me conocía desde los 11 años por los cursos de flamenco que todos los años da en mi pueblo y en los que yo iba a bailar a la fiesta que hacían por la noche tras los cursos. Empecé bailando y después me arranqué a cantar. Él me conocía y llegó un año, 2009, que me vio un vez más y vio mi progresión y se dirigió a mi y me ofreció grabar el disco. Fue Gerardo Núñez quien me dio el primer empujón como cantaora y en ese disco está reflejada la María flamenca que venía cantando desde los 11 años por los cantes tradicionales. La María mas tradicional, clásica pero también la mas niña. Aun no había salido de Sanlúcar ni había explorado, ni me había acercado a otras músicas. Por decirlo de otra manera era la María mas virgen. Ese disco recoge los cantes tradicionales que yo había mamado desde pequeña.
AyC: Y ahora, en tu segundo trabajo te desnudas.
MM: Así es, en este disco que se llama Desnuda, literalmente lo hago. Me desnudo completamente porque es una obra que ha conllevado mucho tiempo, esfuerzo e ilusión. Ha sido casi un psicoanálisis, un trabajo de laboratorio, un traje hecho a la medida de mi desnudez y de lo que yo tenía ganas de expresar a mis 28 años cuando terminé de grabarlo. Parto en Desnuda de los géneros del flamenco pero trato de llevarlos a mi terreno, como cantaora joven del S.XXI y expresarlos de una manera nueva, bajo mi forma de entender el flamenco. Me vine a Madrid, dejé a la familia, he madurado, he cantado atrás, en tablaos, sola, he compartido experiencias con otros músicos, es decir, he pasado por un trayecto de crecimiento y enriquecimiento personal que he tratado de plasmar en el disco. Realmente me desnudo. José Miguel Évora que ha compuesto el disco ha sabido sacar las entrañas de lo que yo quería expresar y es una desnudez por completo porque ha salido algo natural, nueva y sin aditivos.
AyC: ¿Cómo ha sido el proceso de creación de Desnuda?
MM: Como te decía ha sido un trabajo de laboratorio de José Miguel que ha llegado a conocerme muchísimo, como artista y persona. Hemos convivido casi dos años y a mi me pasaban cosas que él luego las plasmaba en las letras. Yo me despertaba soñando a media noche y él sin saber como lo escribía en sus letras. Por ejemplo la zambra dice así: «déjame dormida en el sueño que todo lo olvida, que no me despierte sudando tu nombre en mi frente». Cuando compuso eso yo pude evitar llorar porque yo decía ¿Cómo ha podido ver eso en mi si no lo sabe nadie? Yo venía mucho tiempo soñando algo parecido. Ha sido un disco muy mágico porque ha sabido sacarme las entrañas, desnudarme por dentro y ser capaz de todo lo que yo sentía y estaba viviendo expresarlo con música y letras originales. En el disco han colaborado musicazos como Diego del Morao, Jesús Guerrero, Carlos de Jacoba, Paquito González, Miguel Poveda o los palmeros por Jerez y Cádiz. Me siento muy afortunada de tener todo esto.
AyC: ¿Qué nos encontraremos en el disco?
MM: Es una representación de lo que soy a día de hoy. Desde el flamenco más de raíz y hasta lo que soy capaz de dar y entregar. Es una manera nueva de expresarme pero dentro del flamenco, sin salirme de él. Puedes escuchar una soleá, que el propio Arcángel me ha dicho que le encanta porque le saca de sus esquemas, es una soleá que sorprende. El tanguillo de Cái, huele a Cái pero también es diferente. En la guajira tengo una colaboración especial de niños con sus voces blancas. Miguel Poveda colabora en la zambra. Es un disco que pasa por todos los estados emocionales y por experiencias que he vivido en mi vida que José Miguel ha sabido expresar con una música y una temática diferente.
AyC: Este La lluvia cae a tempo de fandango es uno de los ocho temas que componen Desnuda, un disco personalísimo en el que María Mezcle realiza un paseo por el flamenco de una forma elegante y cuidada. Como tintinea por Cái y sus tanguillos para introducirnos en su ideario. Soleá Qué mas me daba, con el piano jondo de José Miguel Évora y la voz rota y dulce de María es la segunda parada en este trabajo para llevarnos por guajira, de nuevo con su precioso cante, mecido y aleado con las voces blancas de un grupo de niños.
Se da el lujo de contar con Miguel Poveda y ambos nos traen aires de melancolía por zambra, Cuando te recuerdo. Por bulerías con ecos a Lole y Manuel y como homenaje al genial guitarrista nos ofrece Este dolor mío. Baila el universo por alegrías, esas con las que se crió en su tierra y Vuela el jilguero, por fiesta, para cerrar su segundo trabajo como mandan los cánones. Todo eso es Desnuda, todo eso musicalmente, además de; libertad, esencia y el alma de María Mezcle en cada uno de los temas.
AyC: ¿Y la verdad en el cante? ¿La has encontrado, la conoces? ¿Existe?
MM: La verdad es ser fiel a uno mismo, cada uno tiene su propia verdad y lo importante es ser fiel a uno mismo y tener su personalidad. El flamenco es muy grande y extenso y cada uno tiene su manera de sentirlo y expresarlo. Lo más importante para encontrar la verdad es encontrarse con uno mismo y ser fiel a ello, sin miedo.
Al aire y a compás: He leído a muchos flamencos antiguos que dicen que para cantar bien hay que pasar hambre.
María Mezcle: Es cierto que en aquella época se pasaban muchas fatigas y muchas necesidades y este era un medio casi de supervivencia. Yo no he pasado hambre, pero mi abuela si. Yo he pasado otras hambres. Yo pasé hambre cuando me vine a Madrid y pasé hambre de familia, de ese calor de mi hogar. Son otras fatigas y otro tipo de hambre. Uno se expresa acorde a sus tiempos y a sus experiencias. Yo estoy segura que cada uno lleva su propia verdad y sus propias fatigas y se puede cantar con fatigas en el S.XXI. Son otras fatigas, si.
AyC: Cuando uno canta esas fatigas ¿Tu cuerpo sufre? ¿Cómo acabas…?
MM: Para mi es un canal de salvación, es mi cura. Muchas veces lo pienso, si no cantara como me desahogaría en la vida cuando se te va alguien querido, echas e menos algo tuyo o te pasa algo en el día a día que te hace sufrir. ¿Cómo lo digiere uno? ¿Cómo lo puede transmitir? Yo no encuentro otro modo de desahogarme y curarme si no es cantando.
AyC: Y María Mezcle ¿Qué ha echado de menos como cantaora joven en los inicios de tu carrera?
MM: Echo de menos que haya mucho más apoyo. Sobre todo cuando una sale al extranjero y ve el apoyo tan inmenso que hay, desde el público hasta las instituciones pasando por los organizadores. Es una pena que el flamenco, que es nuestro y es una seña de identidad de España, no tenga aquí tanto apoyo. Lo he echado de menos siempre y es una queja que la puedo trasladar a título general, no solo yo, también puedo hablar por mis compañeros. Deberíamos tener mas apoyo.
AyC: Jerez fue tu cuna, tu fuente ¿y hoy? ¿De dónde sigue bebiendo y aprendiendo María Mezcle?
MM: Siempre vuelvo a la raíz. Por mucho que me empape por la música nueva, los nuevos valores y de la evolución actual, siempre acabo escuchando a Antonio Mairena, a La Niña de los Peines, a Chocolate, a Caracol, a Terremoto o La Paquera. Son una fuente inagotable, por mucho que los hayas escuchado uno nunca se cansa de volver a ellos, a Jerez, Sánlucar, Cái, Triana y eso no puede faltarme aunque luego necesite a Josemi Carmona o a Colina u otras músicas. Es necesario escuchar otras músicas pero siempre vuelvo a la raíz porque de ahí vengo y ahí me siento.
AyC: Después de desnudarte, mostrarnos tu alma y emociones ¿Cuál es tu siguiente parada? ¿Dónde quieres ir?
MM: El siguiente paso es un disco que tengo compuesto ya. Este disco me ha llevado casi cuatro años de inmersión y en él ha habido de todo; sonrisas, lágrimas y mucho esfuerzo, por mi parte y de mi familia. Ya está en la calle, pero mientras salía y no salía yo me mudé a Madrid, a las afueras de la ciudad y ahí, por primera vez, encontré mi faceta compositora y bueno, ese será el siguiente paso. Mi próximo disco será una creación propia, con todos mis respetos a todos los compositores. Ha sido algo que me ha nacido como una necesidad cuando menos lo esperaba. Pero sobre todo a donde quiero ir es a mi verdad.
AyC: Gracias María y suerte…
Entrevista: Gabriel Maldonado.
Fotografía: José Miguel Cerezo Sáez.